Creen que en los negocios quedarse parado es igual a retroceder, y se han puesto manos a la obra para que su empresa mejore, o simplemente sobreviva. Unos han abierto las puertas de sus empresas y las han convertido en atractivo turístico. Otros se han lanzado a un nicho de mercado que nunca desaparecerá, convirtiéndose en líderes mundiales. Los hay incluso que han cambiado maquinaria por aves de presa.