Ser funcionario o conseguir un trabajo fijo es todavía el objetivo de muchos jóvenes que están estudiando. Cambiar esta mentalidad para que vean el emprendimiento como una opción laboral en su futuro. La Ley de Emprendedores que se aprobó hace unas semanas introducirá asignaturas, tanto en la enseñanza primaria como secundaria y universitaria, para que los alumnos adquieran las competencias y habilidades básicas del emprendedor.
La formación para emprendedores no sólo debe limitarse a una asignatura, es una actitud ante la vida, una forma de ver el mundo. De ahí que si desde que nacemos nos inculcan todos estos valores, es posible que finalmente acabemos siendo nuestros propios jefes.
En Estados Unidos, por ejemplo, es típico encontrar a niños con pequeños puestos ambulantes vendiendo refrescos, paseando perros o repartiendo periódicos. De hecho, según un estudio realizado por la compañía Gallup, el 40% de los niños estadounidenses están interesados en crear un proyecto en el futuro.
En comparación con los niños españoles, las preferencias profesionales cambian. A la mayoría les gustaría ser futbolistas, profesores, ingenieros, médicos o incluso pilotos de Fórmula 1. Así se desprende de una encuesta de la Fundación Adecco, en la que queda reflejada el peso de profesiones famosas o relacionadas con el entorno directo del niño y el poco interés que despierta entre ellos la opción de ser sus propios jefes.
No obstante, en España se empieza a impulsar la actividad emprendedora entre los pequeños con programas como Iniciador Kids, un campamento organizado por la Fundación Iniciador dirigido a niños entre 8 y 13 años que aprenden a trabajar en equipo, a encontrar soluciones, a poner en práctica sus ideas…
¿CÓMO LE INCULCAMOS LOS VALORES DEL EMPRENDIMIENTO?
Para que un niño entienda de verdad en qué consiste emprender, lo mejor será que lo aprenda realizando alguna actividad que le divierta y suponga un reto para él. Al concluirla, comprobará qué puede conseguir y cuáles son las ventajas de haber hecho ese trabajo.
De este modo, algunas pautas a tener en cuenta para enseñarles a emprender serían las siguientes:
- Actividad. En las escuelas, en sus casas… la mayoría de los niños asume un rol pasivo en la actualidad fruto de un sentimiento de protección por parte de la familia o el profesorado. Se deben intercambiar los papeles y escuchar también sus opiniones y apostar por un modelo de aprendizaje práctico y bidireccional.
- Marcar un objetivo. Si les definimos una acción a realizar y les ponemos unas metas, la motivación y el esfuerzo aumentan. Es bueno ofrecerles una recompensa si consiguen llegar a ese objetivo, aunque hay que inculcarles que lo importante es el trabajo, no el premio final.
- Creatividad. Si por algo se caracterizan los niños es por su imaginación. Plantearles retos para que intenten resolverlos y consigan una respuesta por ellos mimos es mejor que ayudarles ante cualquier problema que tengan.
- Sentimiento de equipo. Aunque un emprendedor debe liderar un proyecto, sin el resto del equipo no podría salir adelante. Los niños deben saber trabajar en equipo, compartir tareas y aprender los unos de los otros.
- Pérdida del miedo al error. Equivocarse no es negativo. Deben ver los errores como algo positivo de lo que pueden aprender para no cometerlos más.
Éstas son otras recomendaciones que el emprendedor Cameron Herold da para intentar fomentar el espíritu emprendedor, casi desde la cuna:
La autora de este artículo es Judit Izquierdo, responsable de marketing y comunicación en IEBS, la Escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendedores.