Es una pregunta compleja que se han planteado y se siguen planteando
los especialistas de la materia. Aunque no hay unanimidad en el tema,
nosotros trataremos de elaborar (en base a nuestros conocimientos hasta
ahora, a los ejemplos emprendedores que hemos visto en clase) una
respuestas, pero ojo debéis aportar argumentos sólidos a la postura
postura que adoptéis.
ACTIVIDAD QUE VAMOS A REALIZAR: EN BUSCA DE UNA RESPUESTA.
Pasos a seguir:
- Investigamos. Analiza y anota en tu cuaderno las distintas opiniones que he recogido en este post.
- Razonamos. estructura tu respuesta. Para ello haz un cuadro de dos filas y dos columnas y en él recoge los factores por los que crees que el emprendedor nace y los factores por los que crees que el emprendedor se hace.
- Elaboramos la respuesta como comentario a esta entrada.
- El caso de Amancio Ortega:
Nació
en 1936 en Busdongo de Arbas, León. A los 14 años, ya trabajaba, como
empleado, en dos tiendas de ropa. A los 27, crea su primera empresa,
Confecciones GOA. Se dedicaba a fabricar batas. Y, antes de cumplir los
40, abrió la primera tienda Zara. Unos años después, tras la entrada en
el nuevo siglo y un crecimiento meteórico, cuenta con la primera fortuna
en España.
- Luis Sancho, CEO de Tenders.es.
Si alguien que lea esta entrevista se está pensando montar su propio negocio ¿Le animaríais a embarcarse en la aventura emprendedora o más bien todo lo contrario? ¿Por qué?
Siempre he creído que ser emprendedor no es para todo el mundo, hace falta mucho sacrificio y estar dispuesto, no sólo a trabajar más que nadie, sino a soportar momentos muy malos sin desfallecer ni abandonar, aunque a veces parezca la única solución. Pocas personas tienen una personalidad que les permita adaptarse a este tipo de vida o una familia que les haga las cosas fáciles, pero para los que sí pueden es una experiencia que recomiendo encarecidamente. Es una forma de vida en la que eres dueño de tu tiempo y de tus decisiones, ganas con tus aciertos y pierdes con tus errores, y eso es fantástico. El emprendedor no se hace, nace y va mejorando con la experiencia, así que, si tienes inquietud, no lo dudes.
- Arthur Rock ( Basado en artículo de M. Julia Prat es directora del Departamento de Iniciativa Emprendedora del IESE). Unos de los fundadores de la industria del capital riesgo en EEUU, dijo: «Las buenas ideas y los buenos productos son moneda corriente. La buena ejecución y la buena dirección –en una palabra, los buenos profesionales– es lo difícil de encontrar».
A la hora de invertir, Rock busca primero un buen plan de negocio. Sólo después, habla con el candidato, preguntándole cómo ha solucionado problemas, cómo busca recursos y qué tipo de equipos ha gestionado.
No se interesa por rasgos innatos, sino por las competencias del emprendedor; ese conjunto de aptitudes (capacidades) y de actitudes (maneras) que conducen al camino del éxito.
CAPACIDADES:
Este conjunto de competencias podrían clasificarse, siguiendo el esquema del profesor del IESE, Pablo Cardona, en tres niveles.
El primero hace referencia a los conocimientos y habilidades necesarios en el campo estrictamente de los negocios.
El segundo es el de las relaciones entre el emprendedor y las diversas personas que integran el proyecto: equipo emprendedor, inversores y clientes. La visión de negocio engloba aspectos como entender las necesidades de los clientes y transformarlas en una propuesta de valor; la gestión de los recursos, usando siempre el mínimo imprescindible para cada fase; la capacidad de negociación y el llamado networking son importantes para conseguir un buen equipo, financiación adecuada, mejores tratos e información valiosa.
Capacidad del emprendedor de comunicarse eficazmente, de vender la visión propia a erceras personas, de saber crear equipo, de inspirar a sus colaboradores, para los que debe ser un modelo de integridad
El
tercero está centrado en la persona del emprendedor. No sin humor y con
cierto realismo, algunos autores añaden a estas competencias un factor externo, la suerte.
Es fundamental plano personal, cuentan la determinación y la creatividad, pero también la disciplina, el equilibrio emocional y la humildad. El buen emprendedor ha de tener la energía suficiente para soportar largos periodos de esfuerzo.
Temporadas intensas que también le exigirán paciencia y, sobre todo, mucha cabeza fría. En toda iniciativa, aparecen continuamente una serie de riesgos. Hay que saber identificarlos, evaluarlos sin miedo y minimizarlos si es posible.
Una lista que, en el fondo, puede sintetizarse en dos conceptos: creatividad y capacidad de ejecutar.
La primera, para crear oportunidades y crear las soluciones a los
problemas que se presentan; la segunda, para plasmarlas en una realidad
concreta. Ambas facetas son importantes y es necesario potenciar una u
otra en función de nuestros objetivos. Este uso ponderado de las
competencias requiere discernir qué es lo adecuado en cada momento.
Tener
muy claro que hace falta arrojo, pero siempre sin temeridad. Capacidad
de arrastre, pero humildad para escuchar consejos. Pasión y
perseverancia, pero cabeza fría para abandonar algo que no funciona. Todo un arte que se aprende de éxitos y de fracasos,
ya sean propios o ajenos, aunque por desgracia no todo el mundo sabe
extraer lecciones. Algunas personas obran habitualmente de una forma que
les impide sacar conclusiones válidas.
ACTITUDES:
Aquí es donde más cuentan una serie de hábitos de carácter como la humildad, la determinación o la integridad para querer entender las raíces profundas de una conquista o de una derrota y ganar en experiencia que nos lleva a utilizar mejor las capacidades. No se trata de desplegar astucia emprendedora, de buscar el modo más rápido de ganar dinero, de dar el pelotazo. Hay que seguir el ejemplo de Inditex, no el de Enron.
Ya hemos desenmascarado la idea del emprendedor como genio cuyas cualidades innatas lo hacen inimitable.
Así
que, el primer paso es ser consciente de nuestras carencias. Y
estaremos perdiendo el tiempo hasta que no nos rodeemos de un grupo de
personas que compense nuestras lagunas. Hacerlo será el primer paso para
crear un equipo emprendedor.
¿Cómo aprendo a emprender?
Son importantes los conocimientos, pero más aún son la tenacidad, la constancia y el sacrificio desarrollados en este proceso. Porque bueno es un emprendedor con capacidad de generar nuevas iniciativas constantemente, pero sin la tenacidad para sostenerlas y hacerlas crecer, es difícil que pueda llevarlas a buen término, a no ser que complete esta carencia a través del equipo.
Son importantes los conocimientos, pero más aún son la tenacidad, la constancia y el sacrificio desarrollados en este proceso. Porque bueno es un emprendedor con capacidad de generar nuevas iniciativas constantemente, pero sin la tenacidad para sostenerlas y hacerlas crecer, es difícil que pueda llevarlas a buen término, a no ser que complete esta carencia a través del equipo.
No
todos los que se identifican como emprendedores hacen gala de estos
comportamientos. Pero la historia reciente nos enseña que las malas
prácticas del emprendedor tienen, a medio o largo plazo, consecuencias
funestas, no sólo por su coste personal o social, sino también desde el
punto de vista financiero.
Hay una serie de hábitos que están en la base del carácter
y que son necesarios para cualquier persona que asuma una posición de
liderazgo, como es el caso del emprendedor. Para adquirir las destrezas
de negocio son necesarios estos hábitos (perseverancia, laboriosidad,
determinación) y también hacer uso de ellos, adecuadamente, en el
momento oportuno.