Recuerda que la entrevista es
la mejor oportunidad para obtener información del puesto y de la empresa y así,
determinar cómo puede contribuir tu talento y experiencia al crecimiento y
aumento de rentabilidad de la empresa.
Conoce la empresa.
Averigua todo lo que puedas acerca de la empresa:
su historia, su situación actual y su futuro.
Las fuentes de información son:
-La persona que se ha puesto en contacto contigo para el cargo.
-
Internet.
- Publicaciones periódicas y publicaciones
especializadas en el sector.
- Informes anuales.
-
Amigos y personas relacionadas
con la empresa.
Conoce el puesto.
Debes tener un amplio conocimiento del puesto, los
deberes y responsabilidades ligadas a él y qué se espera de ti.
Prepárate para realizar preguntas interesantes:
-
¿Cuál es el cometido del puesto?
-
¿Cuáles son las principales funciones y tareas?
-
¿Qué competencias se requieren?
- ¿Cuál es el nivel de responsabilidad? (Objetivos, presupuesto a
gestionar, personas a cargo, etc.)
- ¿A quién se encuentra subordinado
el puesto?
Conócete a ti mismo.
Revisa tu vida profesional a conciencia:
-
Revisa todas las fechas, cargos,
deberes, responsabilidades y logros.
-
Conoce tus puntos fuertes
y puntos débiles.
-
Prepárate para dar ejemplos concretos de tus logros y cómo
pueden ayudar estas experiencias a solucionar algunos de los problemas de la empresa.
-
Concéntrate en tus últimos cargos pero no eludas los primeros
años de profesión.
- Reflexiona sobre tus logros para poder explicar tus puntos fuertes cuando surja la oportunidad.
-
Analiza también lo que has aprendido de tus fracasos. Recuerda
que el entrevistador tomará la decisión de contratar a alguien basándose en los
siguientes factores clave:
• Actitud y desenvoltura
en el trabajo.
• Imagen, presentación
y habilidades comunicativas.
• Experiencia y habilidades.
• Formación y títulos.
• Conocimientos del sector
y técnicos aplicables al cargo.
CONSEJOS
. Llega pronto a la entrevista. Te
recomendamos llegar al lugar de la entrevista al menos 15 minutos antes de la
hora.
• Lleva contigo una copia
extra de tu currículum por si acaso.
• Acuérdate de
desconectar tu teléfono móvil. No querrás interrumpir al entrevistador de
forma brusca ni detener la entrevista antes de tiempo.
• Rellena las solicitudes por completo y de forma pulcra. Escribe
“negociable” en el apartado del sueldo.
• Adapta tu actitud a la
de tu entrevistador.
• Muestra entusiasmo
respecto al cargo y la empresa. Responde de forma positiva a las preguntas
del entrevistador siempre que sea posible.
Si no te interesa o
entusiasma tu propia respuesta, ¿cómo puedes esperar que el entrevistador lo esté?
. Haz especial hincapié en tus
talentos y logros. Cuantifica el grado de confianza que otras empresas han
depositado en ti. Puedes hacerlo remarcando tareas específicas, cifras y éxitos
cuantificables.
• Responde a las
preguntas sinceramente y de forma directa. Los entrevistadores buscan candidatos
en los que puedan confiar. Las respuestas directas y sinceras les dejarán
sin argumentos negativos. Si tienes que explicar experiencias negativas,
resalta qué has aprendido de ellas y por qué no cometerías otra vez el mismo error.
• Responde a la pregunta
que te han realizado. No deberías ignorar intencionadamente una pregunta respondiendo
acerca de otro tema o preguntando otra cosa. Si no estás seguro de la pregunta,
pídele al entrevistador que te la repita.
• Organiza las respuestas.
Piensa la forma de estructurar tu respuesta, puedes organizar tu respuesta de forma
cronológica o por orden de importancia de los distintos puntos.
• Realiza preguntas
pertinentes.
• Vende tu postura
respecto al cargo durante la entrevista.
• Muéstrate positivo
acerca de los motivos para dejar tu trabajo actual u otros anteriores. La palabra
clave que debes recordar es “más”. Quieres más retos, más responsabilidades, más oportunidades, etc. Si
has sido despedido, resalta lo mucho que has aprendido de la experiencia y cómo
te ha ayudado a mejorar en tu trabajo.
• Asegúrate de que el
trabajo para el cual se te está entrevistando es tu objetivo primario.
Enfoca tus respuestas de forma que el entrevistador se de cuenta de que ves
este trabajo como uno de tus objetivos laborales.
• Llama a la persona que te ha
ofrecido el puesto después de la entrevista.
Te
desaconsejamos…
• Discutir el sueldo o
los incentivos. Manténte abierto. Deja que la persona que te ha ofrecido el
puesto se encargue de estas negociaciones tan delicadas.
• Responder a las
preguntas con un simple “sí” o “no”. Véndete empleando ejemplos y crea una imagen
clara de dónde, cuándo, cómo, qué y por qué lo has hecho. Practica algunas
respuestas antes de la entrevista. La práctica lleva a la perfección.
• Divagar, no responder a
las preguntas de forma clara y breve. Cuando te digan “cuéntame algo sobre
ti”, limítate a dar una respuesta de uno o dos minutos resaltando tus logros
personales y profesionales.
• Hacer comentarios
despectivos sobre superiores actuales o pasados.
• Decir al entrevistador
qué es lo que puedes hacer por ellos y NO lo que ellos pueden hacer por ti.
. Una mala apariencia
personal.
• Falta de interés y entusiasmo.
• Incapacidad de mantener el contacto visual con el entrevistador.
• Llegar tarde a la entrevista.
• No realizar preguntas suficientemente detalladas acerca
del puesto.
• No ofrecer suficientes detalles cuando
responda a las preguntas del entrevistador.
• La falta de objetivos,
planificación o propósitos laborales.
• Incapacidad para expresarse claramente.
• La falta de confianza,
incomodidad.
. La indecisión.
Primera
impresión
Cuando buscas un trabajo, la entrevista normalmente es el factor
más importante para conseguir el puesto que has estado buscando y la primera impresión
cuenta. En lo que se refiere al “código de vestimenta”, vístete de forma
profesional y peca de precavido hacia una vertiente más conservadora.
Todo el mundo da una imagen más profesional si se viste con un
estilo adecuado sin importar el tipo de trabajo que se desea conseguir.
Vestidos
para triunfar
Hombres:
• Un traje clásico en azul oscuro o gris oscuro con
una camisa blanca de manga larga. La corbata será clásica pero
con estilo. Calcetines oscuros y zapatos oscuros y limpios.
• Las joyas se limitarán a, como máximo,un reloj de
pulsera y un anillo de boda.
• Las uñas de las manos limpias y recortadas.
• El vello facial estará
bien afeitado.
Mujeres:
• Un traje de negocios o un vestido clásico de un color discreto. Vístete según el estilo
actual pero el largo de la falda será a la altura de la rodilla y las blusas
modestas.
• Debes llevar siempre medias o similar sin importar las condiciones climáticas.
La altura del tacón será moderada y cómoda, los zapatos estarán limpios.
• Las joyas serán discretas.
• Las uñas estarán bien cuidadas y pintadas con un esmalte transparente o de un color pálido y discreto.
• El maquillaje debe ser sutil.