¿Es fácil ser Jefe?. Nos remitimos a una encuesta publicada en Cinco Días, sobre las habilidades menos valoradas por sus colaboradores en sus jefes .
Ni
se explican con claridad, ni saben escuchar, pero tienen remedio. La
comunicación es el aspecto que más falla entre los jefes españoles,
según una encuesta del Centro de Estudios Financieros (CEF) sobre los
comportamientos más irritantes de los directivos, inspirada en un
estudio similar de 2003 de la consultora Otto Walter.
El 46% de las 3.178 personas que respondieron al formulario consideran que sus jefes 'no comunican con claridad sus objetivos'; el 44% que 'no motivan'; el 32%, que 'no comunican bien' en general; y otro 32%, 'que no escuchan'.
Paco
Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter España, considera que eso
reduce de forma importante 'la implicación de las personas'. Los
autores del estudio, coordinados por Ángel Fernández Muñoz, psicólogo y
profesor del CEF, aseguran que la comunicación es 'una asignatura pendiente' y la habilidad que más se demanda de un directivo, aunque,
matizan, 'se aprende y se desarrolla'. Muro subraya que 'los jefes no
nacen sabiendo, y quieren hacerlo bien, aunque no lo logren'.
En el segundo lugar entre los reproches más citados se cuelan los jefes que 'no motivan',
con un 44%. Muro comenta que 'desmotivar es muy fácil, mientras que
motivar es enormemente difícil. Si un día pierdes los nervios, no vale
para nada que te portes bien los siete siguientes, te van a valorar por
ese mal día'.
Entre los diez
pecados más frecuentes están también quienes 'no lideran, sino que
mandan', quienes 'no enseñan ni forman', quienes 'no gestionan bien su
tiempo ni el de sus colaboradores', y quienes 'se estresan'. Defectos
todos que pueden combatirse, explican los expertos.
Los mayores se quejan más
'Más
difícil' lo tienen aquellos que se contradicen con frecuencia, factor
que aparece en el séptimo lugar de la lista. 'Revela un rasgo de
personalidad, lo cual obliga a optimizar los procesos de selección' en
este aspecto, afirman los profesores del CEF.
El
objetivo del estudio era determinar los comportamientos más
recomendables para ejercer con eficacia el estilo de liderazgo
'democrático-participativo', en el que es fundamental que los directivos
acepten un 'consenso intelectual mínimo' con sus empleados, como se
explica en la introducción del documento.
En
la encuesta, realizada a principios de año, participaron
voluntariamente antiguos alumnos y suscriptores de las revistas del CEF,
un 80% de ellos españoles.
En
él se refleja también un mayor índice de quejas entre los trabajadores
de más edad que entre los empleados jóvenes, especialmente en relación a
la 'incompetencia directiva' de sus jefes. 'El veterano no distingue
entre unos defectos y otros, tiende más a pensar que el jefe,
directamente, no vale', explica el presidente de Otto Walter España.
Fatalismo
que no comparten los expertos, y contra el que se debe luchar si se
quieren evitar las malas relaciones entre jefes y empleado, problema
que, junto con el dinero, es el principal motivo para que un trabajador
abandone una compañía, advierte Muro.
Prohibidos los gritos, las broncas y las groserías
Falta de respeto y prepotencia, comportamientos que en el estudio del Centro de Estudios Financieros no son citados ni por el 30% de los encuestados, pero que encabezaban la lista en el estudio de Otto Walter. 'Irritación, irritación, la produce esta forma de comportarse', opina Paco Muro, 'más que una comunicación deficiente'.Hablar a gritos, las broncas en público y la falta de educación son conductas sufridas por el 50% de los trabajadores. 'Lo mínimo a que obliga ser jefe es a guardar las formas en toda circunstancia', subraya Muro.
La prepotencia, la vanidad, aparecen sobre todo 'en la primera jefatura, y algunos no se dan cuenta de su error en toda su carrera', añade el consultor.
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