Hoy en día tiene mucha importancia la forma de interactuar con los demás o de relacionarse a nivel interpersonal.
Vivimos en un entorno social en el que las habilidades que poseemos para entender y comprender al otro, (así como para expresar o comunicar nuestras opiniones y sentimientos), juegan un papel importantísimo a la hora de desarrollar una adecuada relación.
Conductas tan habituales como hablar con un amigo, pedir algo prestado a alguien, participar en una reunión de trabajo, decir no a un vendedor pesado o negociar un aumento de sueldo, pueden crear malestar o conflicto a muchas personas.
Por ello es importante desarrollar técnicas o habilidades que nos ayuden a hacer frente a estas situaciones.
El entrenamiento de la asertividad permite reducir el malestar, pues nos enseña a defender y autoafirmar los propios derechos, sin agredir ni ser agredido, posibilitando también aumentar la capacidad para transmitir a otros nuestras opiniones o sentimientos de manera eficaz y sin sentirnos mal por ello.
Ser asertivo significa tener una autoestima alta, creer en nuestros derechos y así poder relacionarnos con los demás de igual a igual, sin sentirnos inferiores o superiores a ellos. La persona asertiva respeta y es respetada, y es capaz de defender sus intereses de una manera cordial.
Dentro de las habilidades sociales es importante destacar la asertividad como esencial en todas las facetas de nuestra vida, siendo el principio subyacente a la asertividad es el respeto hacia uno mismo y hacia el resto de personas. En muchas ocasiones, en el ámbito familiar o laboral, se nos piden cosas que no podemos o no queremos realizar. A veces debemos decir "NO", ya que si no lo hacemos nos sentiremos forzados a realizar algo que no queríamos y esto provocará malestar.
Vivimos en un entorno social en el que las habilidades que poseemos para entender y comprender al otro, (así como para expresar o comunicar nuestras opiniones y sentimientos), juegan un papel importantísimo a la hora de desarrollar una adecuada relación.
Conductas tan habituales como hablar con un amigo, pedir algo prestado a alguien, participar en una reunión de trabajo, decir no a un vendedor pesado o negociar un aumento de sueldo, pueden crear malestar o conflicto a muchas personas.
Por ello es importante desarrollar técnicas o habilidades que nos ayuden a hacer frente a estas situaciones.
El entrenamiento de la asertividad permite reducir el malestar, pues nos enseña a defender y autoafirmar los propios derechos, sin agredir ni ser agredido, posibilitando también aumentar la capacidad para transmitir a otros nuestras opiniones o sentimientos de manera eficaz y sin sentirnos mal por ello.
Ser asertivo significa tener una autoestima alta, creer en nuestros derechos y así poder relacionarnos con los demás de igual a igual, sin sentirnos inferiores o superiores a ellos. La persona asertiva respeta y es respetada, y es capaz de defender sus intereses de una manera cordial.
Dentro de las habilidades sociales es importante destacar la asertividad como esencial en todas las facetas de nuestra vida, siendo el principio subyacente a la asertividad es el respeto hacia uno mismo y hacia el resto de personas. En muchas ocasiones, en el ámbito familiar o laboral, se nos piden cosas que no podemos o no queremos realizar. A veces debemos decir "NO", ya que si no lo hacemos nos sentiremos forzados a realizar algo que no queríamos y esto provocará malestar.
EJEMPLOS DEL USO DE LA ASERTIVIDAD
Dentro de los ejemplos de asertividad mencionamos desde diversas situaciones los siguientes para una mejor comprensión:
Situación 1
Un amigo llega a su casa a cenar, pero un ahora más tarde de lo que había dicho. No ha llamado para avisar que se retrasaría. Estás irritado por la tardanza. Tienes estas alternativas:
a) conducta pasiva: Saludarle como si tal cosa no hubiera pasa y decirle “Entra la cena está en la mesa.”
b) Conducta Asertiva: He estado durante una hora sin saber lo que pasaba. Me has puesto nervioso e irritado, si otra vez te tardas avísame, harás la espera más agradable.
c) Conducta agresiva: Me has puesto muy nervioso llegando tarde. Es la última vez que te invito.
Situación 2
Un compañero de trabajo te da constantemente su trabajo para que lo hagas. Decides terminar con esta situación. Puedes crear la situación preguntándole como lleva su trabajo o esperas a que el la cree cuando te pida otra vez a le ayudes haciéndole algo. Las alternativas podrían ser:
a) Conducta pasiva: Estoy bastante ocupado. Pero si no consigues hacerlo, te puedo ayudar.
b) Conducta Asertiva: Muy frecuentemente me pides que te eche una mano en el trabajo que te asignan, porque no te da tiempo o porque no sabes hacerlo. Estoy cansado de hacer, además de mi trabajo, el tuyo, así que intenta hacerlo tú mismo, seguro que así te costara menos la próxima vez.
c) Conducta agresiva: Olvídalo. Casi nunca queda tiempo para hacerlo. Me tratas como a un esclavo. Eres un desconsiderado.
Situación 3
Usted se sienta en un restaurante a cenar, cuando el camarero le trae lo que ha pedido, se da cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Usted podría:
a) Conducta pasiva: No decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto.
b) Conducta Asertiva: Llamar al camarero y pedirle que por favor le cambie la copa.
c) Conducta agresiva: Armar un gran escándalo en el local y decir al camarero que nunca volverá a ir a ese establecimiento.
Como se pudo observar en los ejemplos ya presentados, la conducta asertiva es la que nos ayuda a tomar las mejores decisiones y tener relaciones sanas y positivas.
Situación 1
Un amigo llega a su casa a cenar, pero un ahora más tarde de lo que había dicho. No ha llamado para avisar que se retrasaría. Estás irritado por la tardanza. Tienes estas alternativas:
a) conducta pasiva: Saludarle como si tal cosa no hubiera pasa y decirle “Entra la cena está en la mesa.”
b) Conducta Asertiva: He estado durante una hora sin saber lo que pasaba. Me has puesto nervioso e irritado, si otra vez te tardas avísame, harás la espera más agradable.
c) Conducta agresiva: Me has puesto muy nervioso llegando tarde. Es la última vez que te invito.
Situación 2
Un compañero de trabajo te da constantemente su trabajo para que lo hagas. Decides terminar con esta situación. Puedes crear la situación preguntándole como lleva su trabajo o esperas a que el la cree cuando te pida otra vez a le ayudes haciéndole algo. Las alternativas podrían ser:
a) Conducta pasiva: Estoy bastante ocupado. Pero si no consigues hacerlo, te puedo ayudar.
b) Conducta Asertiva: Muy frecuentemente me pides que te eche una mano en el trabajo que te asignan, porque no te da tiempo o porque no sabes hacerlo. Estoy cansado de hacer, además de mi trabajo, el tuyo, así que intenta hacerlo tú mismo, seguro que así te costara menos la próxima vez.
c) Conducta agresiva: Olvídalo. Casi nunca queda tiempo para hacerlo. Me tratas como a un esclavo. Eres un desconsiderado.
Situación 3
Usted se sienta en un restaurante a cenar, cuando el camarero le trae lo que ha pedido, se da cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Usted podría:
a) Conducta pasiva: No decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto.
b) Conducta Asertiva: Llamar al camarero y pedirle que por favor le cambie la copa.
c) Conducta agresiva: Armar un gran escándalo en el local y decir al camarero que nunca volverá a ir a ese establecimiento.
Como se pudo observar en los ejemplos ya presentados, la conducta asertiva es la que nos ayuda a tomar las mejores decisiones y tener relaciones sanas y positivas.
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