En estos momentos de recesión, las marcas blancas están ganando cuota de mercado a las de los fabricantes.
A veces el producto indica en su etiqueta quién es el fabricante, en otras ocasiones, no. Depende de las estrategias de marketing de productores y distribuidores. En los últimos años, algunas conocidas empresas, debido a la dura competencia que sufren por parte de las marcas blancas, están anunciando notoriamente que no fabrican productos para otras marcas. La pionera fue Danone, pero ahora lo hacen muchas otras:
Como algunas empresas se ha visto obligadas a invertir menos en publicidad, se han reducido los ingresos de algunos medios de comunicación, por lo que se están posicionando claramente a favor de las marcas de fabricante. Por ejemplo, este anuncio de La Cuatro:
O este otro de Publiespaña:
Otra curiosidad: hay páginas en las que se publica quién fabrica los diferentes productos de los principales distribuidores. Lo puedes consultar aquí.
El éxito de las marcas blancas depende, entre otras muchas cosas, del riesgo percibido, que puede ser:
1) Pérdida financiera, riesgo asociado con la pérdida de dinero porque el producto se estropee, porque hay que gastarse dinero en la reparación, o porque pueda haber un producto mejor o equivalente por un precio menor.
2) Pérdida funcional, riesgo asociado con un producto que resulta inadecuado o insatisfactorio.
3) Pérdida social, riesgo asociado con las opiniones que los demás tengan de mi por consumir marcas blancas.
4) Pérdida física, riesgo asociado con los peligros físicos a causa del uso del producto (los culitos de los bebés irritados por pañales que no absorben bien el pis).
5) Riesgo psicológico, una sensación de ansiedad o malestar psicológico, derivados de una baja autoestima por consumir productos de menor calidad (un poco exagerado, ¿no os parece?)
Pero no me lo he inventado. Lo he copiado (y puedes leer mucho más sobre el riesgo percibido y las marcas blancas) de este enlace.
Y, por último, un reportaje de Informe Semanal sobre las Marcas Blancas.
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